Friburgo (Freiburg im Breisgau) es una de las ciudades alemanas, donde fácilmente podría quedarme a vivir. No solo por su belleza arquitectónica, sus casas coloridas y los canales de agua que recorren sus calles. También porque es una ciudad verde donde se respira naturaleza por doquier. Quizás, porque es la puerta de entrada a la Selva Negra, ese mundo prodigioso de montañas y pueblos pequeños, que sirvió de inspiración para los cuentos de los hermanos Grimm.

Es además la ciudad de Alemania con el mayor número de días soleados en el año. Eso se siente en el verano, cuando las calles se llanan de viajeros, quienes le sacan el mejor provecho a los días largos. Eso sí, quien viaja a Friburgo se debe preparar para disfrutar la oferta cultural nocturna, que lo mantendrán despierto hasta el amanecer.

Friburgo está ubicado al suroccidente de Alemania, justo en la frontera con Francia. Esto lo convierte en un parador turístico llamativo para los viajeros que transitan entre los dos países y que desean ir más allá del típico recorrido por Europa; que usualmente se reduce a unas cuantas ciudades turísticas de renombre.

Algo que me llamó la atención de Friburgo es que está plagada de jóvenes – cosa rara por estos lados. Muchos de ellos, extranjeros que llegan a estudiar en la Universidad de Friburgo. Eso también ha permitido que la ciudad se abra a otras culturas y que los alemanes en esta zona sean más receptivos a los extranjeros. Los ciudadanos en esta región tienen fama de ser más relajados, y de eso me percaté.

Si cuenta con poco tiempo, es bueno tener en mente algunos lugares y de allí empezar a explorar la ciudad. Lo puede hacer a pie o andar en bicicleta; por 10 euros puede rentar una para usarla todo un día. Pero en el centro histórico le recomiendo ir a pie, por la cantidad de turistas y para poder detenerse sin encartes.

Entonces ¿qué ver en Friburgo? Para que se animen a viajar por Alemania, aquí les comparto este listado con 10 rincones de Friburgo, que con seguridad les robarán el corazón.

1- Münsterplatz:

Es la plaza central de Friburgo. Allí encontrará la colosal Catedral de Friburgo (Freiburger Münster) y el Gran Almacén Histórico (Historisches Kaufhaus). En las mañanas (con excepción del domingo) se realiza un mercadito con productos frescos de la región. Vale la pena darse la vuelta para comprar frutas y verduras de estación.

2- Catedral de Friburgo (Freiburger Münster)

Esta catedral se empezó a construir en el año 1200 y tiene una mezcla entre un estilo románico y gótico. De allí se explican los acabados y las gárgolas en la parte exterior. Si no le tiene fobia a las alturas, le recomiendo subir los 381 escalones para llegar a la cima de la edificación. Podrá disfrutar de una excepcional panorámica.

3- Rathausplatz:

A pocas calles de la Catedral de Friburgo, encontrará el Rathausplatz, una plaza rodeada de pintorescas edificaciones. Una de las más llamativas es el recinto del viejo Ayuntamiento (Altes Rathaus), donde hoy funciona un punto de información turística. La plaza es también un sitio predilecto por los artistas callejeros.

4- Las puertas de la ciudad

En el recorrido por el centro no le resultará difícil encontrarse con dos inmensas puertas que han sido parte de la ciudad desde los tiempos de la edad media. La más vieja es la Puerta de Martín (Martinstor – a la izquierda), construida a principios del siglo XIII. La segunda es la Puerta de los Suabos (Schwabentor- a la derecha), que por su posición estratégica fue de gran valor defensivo.

5- Gerberau

En el camino entre las dos puertas de la ciudad se encontrará con la Gerberau, una calle que le robará unos cuantos suspiros. Especialmente, cuando se cruza con el Gewerbekanal, el canal que atraviesa el centro de Friburgo. En un punto lo reconocerá porque dentro tiene la figura de un cocodrilo y porque a su alrededor encontrará una diversidad de casas coloridas, restaurantes y cafés, que lo invitarán a quedarse.

6- Konviktstraße

Friburgo está lleno de calles bonitas. Pero esta tiene un encanto especial, porque está llena de verde. No es muy grande, pero el paseo vale la pena. Además encontrará una variedad de restaurantes y cafés, donde podrá disfrutar de la cocina local y en especial del vino que se produce en la región.

7- El monte del Palacio (Schlossberg)

Al pie del centro histórico se encontrará con este pulmón verde, el lugar más cercano de Friburgo para adentrarse en la Selva Negra. Lo ideal es ir hasta la cima, para apreciar otra panorámica de la ciudad. Aunque hay un pequeño tren que lo sube hasta el pico, le recomiendo ahorrarse ese dinero, porque realmente no le tomará mucho tiempo hacerlo a pie. Además es una buena forma de hacer un poco de ejercicio y turismo ecológico.

Hay muchos caminos para subir, pero la vía más conocida arranca en el jardín de la ciudad (Stadtgarten).

8- Stadtgarten

Antes de subir o cuando baje del monte del Palacio puede sentarse a disfrutar de este jardín, de su naturaleza y de los espacios verdes que ofrece. Los domingos es frecuentado por familias y jóvenes que llegan para armar su picnic.

9- Colombipark

De camino a la estación de trenes se encuentra el Colombipark, un parque tranquilo donde se puede disfrutar de un descanso y de una vista diferente del centro histórico. Allí se encuentra la casa señorial Colombischlössle, en la cual se aloja un museo arqueológico.

10- Los Arroyuelos de Friburgo

Este es uno de los encantos de Friburgo que encontrará a su paso por el centro histórico. En alemán se conocen como Bächle, y tienen la función de refrescar la ciudad durante el verano. Vale la pena perderse entre las calles para ver los arroyuelos, que acompañan la música de los artistas callejeros: diversos y para todos los gustos.

Ñapa: el hostal BlackForest. Lo recomiendo por la locación y el precio. Para los que viajan con presupuesto apretado. Esta al pie del Schlossberg y a pocas calles de la Schwabentor. Si no habla ni alemán ni inglés no tendrá problemas para comunicarse, porque cuentan con personal proveniente de España, quienes le hablarán en su idioma.