Una de las cosas lindas que tiene Alemania son los mercados de navidad (Weihnachtsmarkt). Quienes viven por estos lados, ya se habrán dado cuenta de cómo cambia el ambiente, cuando estos mercaditos abren sus puertas. Realmente se convierten en un punto de encuentro y en el mejor plan, para dejar la comodidad de la casa y darle vida al espíritu navideño.
Para despertar el mío, este fin de semana estuve de visita en el mercado de navidad de Nuremberg, uno de los más antiguos de Alemania y quizás el más reconocido. Y creo que la fama no es en vano. Al menos después de visitarlo, encontré 7 razones para ir y volver. En este post se las comparto, para que se animen a viajar por Alemania y a explorar otros destinos durante esta época del año.
1- Hay mercados de navidad por toda la ciudad
Lo primero que me sorprendió al llegar a Nuremberg, fue ver desde la entrada a la ciudad vieja, pequeños mercaditos navideños, que sirven de antesala al Christkindlesmarkt, el principal mercado de navidad. Allí se concentran la mayoría de artesanos y las ofertas de comidas y bebidas.
Pero no es el único. A pocas calles de allí se encuentra el mercado de las ciudades hermanas (Markt der Partnerstädte), donde los visitantes pueden encontrar productos internacionales de países como República Checa, Italia, Polonia, Francia entre otros. Junto a ese mercado se realiza otro, donde se ofertan sólo productos 100% regionales.
Los niños también tienen su propio mercado de navidad (Kinderweihnacht). Además de contar con un carrusel de dos pisos y otras atracciones mecánicas, se organizan distintas actividades para entretener a los pequeños. Me llamó la atención un stand donde los niños aprenden a decorar sus propias galletas de jengibre (Lebkuchen), mientras los padres se dan un respiro con un Glühwein en la mano.
2- Es sencillo y tradicional
El mercado de navidad de Nuremberg no es el más pomposo, en cuanto a decoración e iluminación. Confieso que al llegar al Christkindlesmarkt (el escenario principal) me sentí un tanto decepcionada, porque esperaba encontrar más luces y elementos decorativos que me permitieran hacer una super foto del escenario.
Sin embargo, después de recorrerlo y de conocer su historia entendí que esa sencillez hace parte de la tradición, que los lugareños han querido guardar para conservar la esencia del mercado de navidad. Al ver las fotos antiguas, uno se puede percatar que el diseño de los puestos de venta no ha cambiado mucho; son sencillos y apegados a la imagen de un mercado tradicional.
Para que lo tenga en cuenta: la primera evidencia escrita que se tiene del mercado de navidad de Nuremberg data del año 1628 y es considerado tan antiguo como la historia misma de estos mercados navideños alemanes.
3- Es la cuna de las Lebkuchen
Realmente no sabría decir si es una torta o una galleta. Lo cierto es que son deliciosas y nunca faltan en los mercados de navidad de Alemania. Sin embargo, en Nuremberg se encontrará a su paso con una oferta exorbitante, porque fue en esta región donde nacieron las Lebkuchen y donde se han producido por más de 600 años.
En cualquier punto del mercado de navidad se encontrará con Lebkuchen de todos los tamaños y con diferentes sabores. Mi favorita es la Oblaten-Lebkuchen con almendras: suave, aromática y con una especie de hostia debajo que le da un toque crocante. Hay otras Lebkuchen que vienen decoradas en forma de corazón, son más bonitas, pero también más duras…esas son las que usualmente se ofertan en otros mercados de navidad.
4- No pasará hambre con las mini salchichas de Nuremberg
Salchichas alemanas encontrará en todos los mercados de navidad, especialmente la popular Bratwurst. Pero si está en Nuremberg tendrá la oportunidad de probar las Nürnberger Bratwürste, unas salchichas de unos 8 cm de largo, jugosas y cargadas de mejorana para combatir el hambre y el frío.
Junto a las Lebkuchen, las Nürnberger Bratwürste son todo un ícono de la región. Bueno, es que llevan más de 500 años produciendo estas salchichas, que fueron las primeras en ser incluidas dentro del registro de especialidades culinarias protegidas por la Unión Europea.
En los restaurantes, usualmente se sirven 8 salchichas con Sauerkraut, Kartoffelsalat o pan de la región. En el mercado de navidad encontrará por doquier puestos de venta que ofrecen „3 im Weggla“, es decir, tres salchichas en un pancito (Bröchen) con mostaza y ketchup…y listos a comer!!!
5- Podrá conocer al “niño Cristo” de Nuremberg
El niño Cristo (Christkind o Kris Kringle) es una especie de ángel mitológico que fue introducido por los protestantes como rechazo a los santos católicos y también para desalentar la figura de San Nicolás (papá Noel). Por eso, en algunas regiones de Alemania es el niño Cristo, quien trae los regalos de navidad a los niños.
En Nuremberg la figura del Christkind es el centro del evento. Cada año es seleccionada una actriz de la región, carismática y con buena presencia, para que asuma el papel de “ángel rubio” y se convierta en la anfitriona del mercado de navidad.
Si tiene curiosidad de conocer al Christkind en persona solo debe pasar por el mercado de navidad entre martes y viernes a las 3:00 pm. Yo no pude verla, así que me conformé con una réplica que se encuentra en la terraza de la iglesia de Nuestra Señora (Frauenkirche). Desde allí también se puede apreciar una buena panorámica de todo el mercado de navidad. Y no debe subir muchas escaleras…
6- Encontrará artesanías únicas
Las artesanías, la decoración navideña y los pequeños souvenirs son típicos de todos los mercados de navidad en Alemania. Sin embargo, si visita Nuremberg dele un vistazo a los Zwetschgenmännle, unos muñecos fabricados con ciruelas pasas y nueces, típicos de esta región. A primera vista no se ven muy llamativos, pero si se detiene a verlos, encontrarán que representan una profesión o una situación de la vida cotidiana…realmente son únicos.
También encontrará los ángeles de oropel para el árbol de navidad y las pequeñas réplicas de casas alemanas, que aún existen en alguna parte del país…. Souvenirs para todos los gustos.
7- Podrá dar un paseo en un carruaje como una princesa
Una alternativa que ofrece el mercado de navidad de Nuremberg, que hasta ahora no he visto en otros mercados, es la posibilidad de dar una vuelta en un carruaje antiguo (Postkutsche) por el centro de la ciudad. Lo encontré llamativo, especialmente porque después de caminar horas dentro del mercado de navidad, hace falta hacer otro tipo de actividad para relajarse alejado de la multitud.
El paseo dura unos 15 minutos y el tiquete cuesta 4 euros adultos y 2.50 euros los niños. Si se anima solo tiene que caminar hasta el Museum für Kommunikation.
Ñapa: por supuesto que encontrará Glühwein. También el Fuerzangen Bowle más grande del mundo. Al menos eso decía el anuncio. No lo pude ver, así que tengo una razón más para volver el año que viene…
¿Ya conoces el mercado de navidad de Nuremberg? ¿Cómo te pareció?
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