Para el segundo aniversario de matrimonio, con mi esposo decidimos salir del nido, dejar la calefacción y echar calle en una ciudad alemana que no conocíamos. Como estábamos de visita en el norte de Alemania, tomamos rumbo hacia Hannover.

Aunque no es una ciudad de renombre internacional como Berlín, Frankfurt o München, en Alemania es reconocida por ser un centro de negocios y una parada interesante para hacer shopping y turismo ecológico, lo que más me gusta.

Después de visitarla me enteré que Hannover es considerada la ciudad verde de Alemania. Casi la mitad de su área urbana está poblada de zonas verdes, que en conjunto tienen alrededor de 8.000 árboles con más de 20 años de vida. Una razón más para recorrerla a pie o para andar en bicicleta por sus calles.

Como la cuestión era de tiempo y de frío, tomamos un mapa y señalamos los lugares que no podíamos dejar de visitar. En un día no es posible hacer un recorrido decente por todos sus sitios turístico, especialmente si uno decide hacerlo a pie o usando el transporte público. Pero los lugares que vimos me dejaron una buena impresión para volver,  en primavera o verano.

En un día en Hannover, esto le recomiendo ver:

Neues Rathaus Hannover

Empezamos la jornada en el edificio del nuevo ayuntamiento (neues Rathaus), que está ubicado a unos 20 minutos a pie de la estación de tren (Hauptbahnhof). Es un Palacio suntuoso con más de 100 años de existencia, que hoy alberga a los administradores de la ciudad. Las puertas están abiertas a visitantes, quienes pueden ir hasta la cumbre para apreciar la vista de Hannover.

Me gustó más la vista del edificio desde su parte posterior, donde hay un parque y un lago con muchos patos (el Maschpark). A unas calles de allí está el Maschsee, el gran lago de Hannover. Nosotros no fuimos hasta el lago, porque ese día fue extremadamente frío (para una colombiana promedio). Pero estando en ese sector valdría la pena darse la pasada.

Landesmuseum Hannover

Para escondernos del frío unas horas, decidimos entrar al Museo de Hannover (Landesmuseum Hannover) que está justo al frente del Maschpark. Aunque prefiero el turismo callejero, la parada sirvió para recargar energías y conocer una muestra del arte alemán y europeo. El museo ofrece generalmente tres escenarios: uno sobre historia natural, otro sobre historia de la humanidad y el último dedicado al arte mundial.

En la visita me di cuenta que los niños disfrutan mucho el paseo por el mundo de la historia natural, porque está lleno de animales y juegos diseñados para ellos. En Hannover, es un buen plan para distraer a los pequeños en época de invierno. Si viaja con niños, este puede ser un lugar interesante de visitar.

Nanas

Seguimos con el recorrido hacia la calle Leibnizufer donde se encuentran: Sophie, Caroline y Charlotte, las “Nanas” de la artista francesa Niki de Saint Phalle. Se trata de tres esculturas coloridas y voluminosas, bastante extrañas de descifrar, que exaltan la sensualidad del cuerpo femenino y de forma artística sus partes sexuales.

Arte callejero de una artista que fue revolucionaria en el siglo pasado por sus esculturas femeninas…vale la pena detenerse, no solo para tomarse la selfie.

Altstadt Hannover

A unos metros de las Nanas está el centro antigüo (Altstadt), una parada obligatoria en todas las ciudades alemanas que conservan en su arquitectura un rastro de lo que fueron antes de la Segunda Guerra Mundial. En este sector también hay una buena oferta de restaurantes y cafés, donde puede hacer una pausa antes de seguir. Nosotros hicimos la nuestra en un restaurante italiano, donde la comida “no tiene pierde”.

Herrenhäuser Gärten

Los jardines de Herrenhausen (en alemán Herrenhäuser Gärten) son el monumento más famoso de Hannover. Están muy cerca del centro de la ciudad, a unos 10 minutos de la estación de tren central y a unos 15 minutos del casco viejo, si se toma el metro (U-Bahn). A pie el trayecto le puede tomar una hora, pero no es muy recomendable, a menos de que tenga buen estado físico, porque en los jardines el plan es caminar.

Son tres los jardines de Herrenhausen. El Großer Garten es el más famoso y es considerado uno de los jardines barrocos más importantes de Europa. Para verlo hay que pagar un tiquete que varía en precio según la estación y el día de visita (entre 4 y 8 euros). El tiquete generalmente incluye la entrada al Berggarten, un jardín botánico del siglo XVII. Lo bueno es que si uno no alcanza a visitarlo puede guardar el tiquete y volver otro día para verlo. A estos dos jardines se suma el Georgengarten, que está abierto a visitantes y es más un corredor verde para deportistas y transeúntes.

Debo confesar que me sentí decepcionada cuando entré al Großer Garten y vi todos los árboles desnudos, sin una sola hoja en sus ramas y sin nada de color. Además las enormes pilas de agua no estaban en funcionamiento, lo que hizo el paisaje más triste. Pero era de esperarse porque es invierno. Si les gusta el color como a mí, les recomendaría ir en primavera o verano, para poder apreciar la viveza de la naturaleza. En general, considero que es mejor viajar por Alemania en la época de sol, o al menos cuando se trata de visitar ciudades y caminar.

En la entrada a los jardines del Herrenhausen está el Museo del Palacio, pero no abre todos los días. En general, es mejor revisar los horarios de apertura de los jardines y del museo antes de ir para no perder el viaje. (Ver horarios y precios Aquí)

En Hannover también hay un acuario y un zoológico que con más tiempo valdría la pena visitar. Así mismo, hay atracciones fuera del casco urbano que requieren más de un día, como el castillo de Marienburg y el Steinhuder Meer, un lago enorme donde se pueden practicar deportes acuáticos.

¿Conoces Hannover? ¿después de leer este artículo te gustaría conocerla?